ACTUALIDAD42 URDULIZ

Conocí el campus a través de Instagram. Me salió una publicación que llamó mi atención. Así que busqué información y me encontré con un blog de un estudiante de 42 Silicon Valley. Me pareció tan única la experiencia que estaba contando, que yo quise vivirla también.

42 es un reto constante, es la evolución continua, seguir mejorando. 42 no te deja que te quedes atrás y en este mundo tecnológico eso es fundamental. Por otro lado, 42 es una familia, aquí sin el compañero no eres nadie, no puedes
navegar tú solo, si crees que solo vas a llegar a algún puerto, te acabarás ahogando. Te tienes que apoyar en ellos y que tú seas un apoyo para ellos. La verdad es que 42 para mí es MUCHO, y aunque alguna vez me he visto fuera, en realidad no quiero dejar de formar parte de ello.

Gratitud.

42 me ha ayudado mucho a nivel profesional, aunque yo ya estaba trabajando cuando entré y no he cambiado de trabajo, ahora mismo entiendo mucho más las cosas que hacía. Yo trabajo en sistemas y aquí se toca mucho código, no creía que me fuera a ayudar tanto en mi trabajo, ya que es otro sector, pero me he dado cuenta desde que estoy en 42 que uno sin el otro no son nada. Saber de una cosa sin entender la otra es como quedarte a medias, por lo que a mí me está sirviendo muchísimo.

42 me ha llevado al límite, aparte del esfuerzo que me ha requerido, me han puesto en ocasiones en situaciones nada cómodas para mí. He llegado a estar muy frustrada y más de una vez he querido tirar la toalla. Así que gracias a esto, he aprendido que soy mucho más fuerte de lo que creía, he aprendido a controlar mi temperamento y a respirar antes de decir o hacer algo. La verdad es que me ha aportado más de lo esperado.

Como he comentado, en muchas ocasiones he querido tirar la toalla. Si soy realista, no esperaba llegar tan lejos. En esos momentos el apoyo de mi pareja y de mis compañeros ha sido fundamental. Ellos saben lo que esto supone y lo que conlleva y cuando les he planteado en más de una ocasión el querer abandonar, rápidamente han intentado que viera todo lo que me ha aportado y lo que me llevo, y no lo malo que yo estaba viendo en esos momentos.

Yo estudié Desarrollo de Aplicaciones hace 15 años, entendiendo que siguen dando clase de la misma forma, no tiene nada que ver con lo que estoy viviendo actualmente en 42. Yo iba a clase en un horario, con unos profesores, lo que todo el mundo conoce como centro lectivo. Aquí es otra cosa, los “profesores” son tus compañeros, ya que con ellos vas a compartir tus conocimientos y ellos los suyos, son con los que vas a sacar los proyectos adelante. Por otro lado, aquí no hay horario, puedes venir cuando te convenga y eso para mi situación personal es esencial. Creo que no tiene nada que ver con lo que se conoce y estoy convencida de que la metodología, bien aplicada, es mucho más beneficiosa que la enseñanza habitual.

Cuando estudié programación en su día, no me gustó nada, es más, yo llegué diciendo que no me gustaba programar. Ahora mismo, y aunque no se lo había dicho a nadie, puedo decir que esa opinión ha cambiado rotundamente. De hecho, cada vez dedico más parte de mi tiempo a desarrollar cosas nuevas y a aprender lenguajes aparte de los que necesito.

Mi objetivo principal cuando llegué aquí era conocer y rodearme de gente muy buena, que me pudieran aportar mucho y eso ya está más que cumplido, por lo que no puedo pedir más.

Le diría: «En 42 no se pierde nada, si te lanzas a la piscina, todo lo que vivirás en esta experiencia va a sumar. Por lo que, ¿estás dispuesto a ganar?».

¿Qué te ha parecido esta historia? Si tú también quieres probar 42, vencer tus miedos y aprender en un entorno nuevo, atractivo y diferente, no dudes en apuntarte en 42 Urduliz y vivir la experiencia de la piscina 🍍